ejercicio, hacer ejercicio, entrenar: todos lo decimos de manera diferente, pero queremos decir lo mismo: diferentes tipos de actividad física para mantenerse en forma, delgado y saludable. Estar activo, ya sea corriendo, practicando deporte o yendo al gimnasio, es sumamente beneficioso para todos, jóvenes o mayores. No obstante, algunas personas realmente se están empujando demasiado lejos y terminan lesionándose. En este artículo, los mejores quiroprácticos explican los riesgos de hacer ejercicio demasiado duro.
¿Puedes hacer demasiado trabajo?
Lo escuchas en todas partes: debes empujar tus límites, salir de
tu zona de confort y entrenar más duro. Hasta cierto punto, este es
un buen consejo. Cuando empiezas a hacer ejercicio por primera vez,
te cansas rápidamente, porque tus músculos no están acostumbrados a
hacer tanto esfuerzo.
Sin embargo, incluso los atletas profesionales saben que cada
cuerpo tiene un límite. Asistidos por entrenadores, saben lo largo
y difícil que es entrenar para lograr el máximo rendimiento sin el
riesgo de lesiones. Las personas que hacen ejercicio por su cuenta
no tienen el beneficio de un entrenador personal —excepto en un
gimnasio, donde hay que pagar extra por rutinas de entrenamiento
personalizadas.
Siguiendo las guías de capacitación en línea y sus propios
instintos (que no siempre son precisos), muchas personas terminan
necesitando atención quiropráctica para diversas lesiones,
incluyendo dolor crónico y desalineaciones de la columna vertebral.
Es por eso que muchos quiroprácticos explican los riesgos de hacer
ejercicio demasiado duro en detalle.
¿Cómo reconoces los signos de ejercitar demasiado duro?
Sentirse cansado después de una sesión de entrenamiento o una larga ruta de trote es normal. Sin embargo, los siguientes síntomas indican que te estás empujando demasiado y necesitas reducir la velocidad:
1. Experimentas dolor muscular constante
Cuando empiezas a ejercitarte, el dolor muscular es una buena
señal. Estás construyendo músculos y estos se vuelven más fuertes y
más flexibles. Sin embargo, si continúa experimentando dolor en los
músculos de manera constante, y durante días después de su rutina
de entrenamiento, esta no es una buena señal.
Tus músculos sufren de uso excesivo y en realidad están
desarrollando microdesgarros que los hacen menos fuertes y más
vulnerables a las lesiones (incluido el síndrome compartimentario
en las piernas, una afección muy grave).
2. Estás fatigado durante días
Cuando los quiroprácticos explican los riesgos de hacer
ejercicio demasiado duro a los pacientes, generalmente comienzan
con este síntoma. Hecho bien, el ejercicio debe refrescarte y
energizarte. Si, en cambio, te sientes drenado de energía después
de tus sesiones de entrenamiento, tu cuerpo te está diciendo que
estás haciendo demasiado ejercicio.
La resiliencia al esfuerzo se construye con el tiempo. Y a pesar de
que entrenas constantemente, llega un momento en el que alcanzas el
máximo rendimiento y no puedes empujar más tu cuerpo. Con la ayuda
de un quiropráctico experimentado, podrás entender cómo funciona tu
cuerpo y cuáles son sus límites.
3. Aumento o disminución del apetito
Otro riesgo de exceso de ejercicio es un cambio significativo en
tu apetito. Algunas personas sienten que nunca están satidas,
incluso después de una comida completa. Otros se encuentran
comiendo cada vez menos. Ninguno de estos problemas es normal o
saludable para usted.
Con el tiempo, los problemas de apetito crearán más desequilibrios
en tu cuerpo. Como cualquier quiropráctico puede decirte, esto
lleva a más problemas de salud, porque todo en nuestros cuerpos
está conectado. Puede volverse propenso a lesiones y desarrollar
problemas digestivos. Todo esto se puede prevenir sabiendo
exactamente cuánto hacer ejercicio.
4. Comienzas a sufrir de insomnio
Cuando los quiroprácticos explican los riesgos de hacer
ejercicio demasiado duro, le dan una importancia especial a este
síntoma. La falta de sueño durante un largo período de tiempo puede
conducir a problemas de salud que amenazan la vida, incluyendo
afecciones cardíacas.
Una sesión de entrenamiento realizada correctamente en realidad
debería ayudarte a dormir mejor, no peor.
5. Sistema inmunológico debilitado
Por último, cuando los quiroprácticos explican los riesgos de
hacer demasiado ejercicio, se enfocan en los peligros de
desarrollar problemas de inmunidad. El estrés por el exceso de
ejercicio puede destruir todo el equilibrio dentro de su cuerpo,
haciendo que su sistema inmunológico sea más lento en reaccionar a
las infecciones.
La quiropráctica puede ayudar a todos a llevar una vida más
saludable y activa. Si sientes que hacer ejercicio te está haciendo
más daño que bien, probablemente estés haciendo demasiado
ejercicio. ¡Encuentre un quiropráctico cerca de usted en nuestro
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