Hacer ejercicio es bueno para ti. Para algunas personas, es su carrera. No obstante, tanto los atletas aficionados como los profesionales son propensos a sufrir lesiones por entrenamiento. Algunas personas, que acaban de comenzar a hacer ejercicio, no son conscientes de cuánto puede soportar su cuerpo. Otros sufren lesiones relacionadas con el uso excesivo de una parte de su cuerpo en movimientos repetitivos (el codo de tenista, por ejemplo).



Si bien la medicina alopática puede prescribir una serie de medicamentos, radiografías y otras pruebas exploratorias para identificar y curar la lesión precisa, la quiropráctica tiene un enfoque diferente. Para un quiropráctico, el dolor es la señal de que algo anda mal en el cuerpo; que el organismo en su conjunto no está funcionando adecuadamente. Por lo tanto, un quiropráctico puede mirar más allá del área de lesión obvia e identificar todas las demás áreas afectadas.





¿Cuáles son las lesiones de entrenamiento más comunes y qué las causa?

Las lesiones por entrenamiento generalmente son causadas por comenzar una rutina de entrenamiento intenso sin calentar adecuadamente los músculos. Si estás viendo deportes en la televisión, verás que los atletas están constantemente haciendo varios ejercicios ligeros antes de que realmente comiencen su evento, ya sea correr, salto con pértiga o deportes de equipo (fútbol, básquetbol, fútbol).



Cuando los músculos no están preparados para una actividad intensa, la persona puede sufrir de:

• Tirón y tensión muscular • Lesión en el hombro

• Esguince de tobillo o muñeca

• Férula en la espinilla



• Tendinitis.



Estas pueden no ser lesiones muy graves, pero pueden ser muy dolorosas. Además, para un atleta profesional, las lesiones por entrenamiento significan mucho tiempo libre de entrenamiento y perder su nivel actual de condición física y capacidad para competir.





¿Por qué elegir la quiropráctica para el tratamiento de lesiones de entrenamiento?

La quiropráctica todavía se ve como una forma de medicina alternativa. No obstante, está debidamente licenciado y sujeto a escrutinio, al igual que la medicina alopática. Cuando vas a un quiropráctico, acudes a un profesional capacitado y licenciado.





Muchas personas confían en esta forma de medicamento para tratar diversas lesiones, incluyendo lesiones de entrenamiento, por varias razones:



1. La quiropráctica es una forma no invasiva

de tratamiento

Elegir quiropráctica para lesiones de entrenamiento significa que no tienes que tomar varias pastillas. Para los atletas profesionales, esto es muy importante, ya que muchos analgésicos están en la lista de sustancias prohibidas en las competiciones deportivas.



Además, puede ser alérgico a alguno de estos analgésicos sin saberlo. Las reacciones alérgicas pueden variar desde una leve hinchazón de los labios hasta una hinchazón severa de la garganta, lo que le impide respirar. El tratamiento quiropráctico no implica ingerir ninguna sustancia en absoluto.





2. La quiropráctica fomenta la curación rápida y natural del área lesionada

Un problema con lesiones como la tendinitis es que el curso de tratamiento común (reposo, hielo, compresión, elevar) permite que el tendón inflamado se cure por sí solo, sin ninguna intervención. En tal caso, puede desarrollar tejido cicatricial, lo que limitará la flexibilidad y movilidad de la zona lesionada.



La quiropráctica para lesiones de entrenamiento tiene un enfoque diferente: a través de manipulaciones cuidadosas, el quiropráctico aliviará la presión del área lesionada, la alentará a sanar más rápido y sin desarrollar tejido cicatricial.





3. La quiropráctica alienta a los pacientes a curarse activamente

En muchas ocasiones, los quiroprácticos crearán una serie de ejercicios que sus pacientes pueden hacer en casa entre sesiones de tratamiento. De esta manera, la zona lesionada se ejercita constantemente —a niveles seguros— fomentando la curación completa, sin pérdida de movilidad, fuerza o flexibilidad.



Al mismo tiempo, el quiropráctico ayudará al paciente a evitar futuras lesiones, enseñándole una rutina adecuada de calentamiento y estiramiento antes de hacer ejercicio.





4. El ajuste quiropráctico puede resolver otros problemas de los que no estaba

al tanto

Cuando eliges la quiropráctica para lesiones de entrenamiento, es posible que te sorprenda que, al final del tratamiento, esa molesta torceda en el cuello haya desaparecido. O bien, el zumbido constante en los oídos (tinnitus) ha bajado a un nivel soportable, incluso desapareció por completo.



Los ajustes de columna y cuello —uno de los tratamientos quiroprácticos más comunes— intentan realinear todas las vértebras y aliviar la presión de la médula espinal y los nervios que van a todas las partes de tu cuerpo. Así es como tu cerebro controla tus brazos y pies, tu digestión, y todas las demás funciones de tu cuerpo. Por lo tanto, resolver lesiones de entrenamiento a través de la quiropráctica puede ayudar a mejorar otras cosas que habías aceptado como un hecho de la vida.



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