El síndrome de dolor miofascial (MPS) es una de las muchas afecciones que causan dolor crónico. Este tipo de dolor va y viene, se dispara con ciertos desencadenantes o está contigo todos los días. Cualquier persona que viva con dolor crónico sabe lo agotador que puede ser esta condición. También saben que la única solución que propone la medicina occidental —los analgésicos— puede conducir a la adicción y otras complicaciones en el futuro. No obstante, existe una terapia alternativa segura y efectiva que puedes probar: la atención quiropráctica para el síndrome de dolor miofascial.





¿Qué es el síndrome de dolor miofascial?

Este trastorno de dolor crónico se manifiesta como dolor muscular cuando presionas sobre puntos sensibles, los llamados puntos gatillo. El dolor puede aparecer en diferentes partes del cuerpo, sin una relación aparente entre sí.



Las principales causas del síndrome de dolor miofascial son el uso excesivo muscular y las lesiones curadas incorrectamente. Con el tiempo, se desarrollan áreas demasiado sensibles alrededor de las microlágrimas en los músculos. Incluso presionar suavemente esta área sensible del gatillo puede causar dolor en todo el músculo.





Síntomas del síndrome de dolor miofascial

Por supuesto, no todos los tipos de dolor muscular generado por la presión significan que estás sufriendo de MPS. Los músculos tensos o una lesión reciente pueden representar la causa de su dolor. No obstante, las señales preocupantes de que puedas tener este tipo de padecimiento de dolor crónico son:

• Un nudo sensible en un músculo que no desaparecerá después de tomar un descanso de las actividades físicas

• Dolor que persiste durante la noche y te impide dormir

• Dolor profundo y doloroso en un músculo derivado de un simple toque

• Dolor que empeora en lugar de retroceder.



Algunos estudios de investigación sugieren que, en algunos casos, el síndrome de dolor miofascial no tratado puede convertirse en fibromialgia. Esta es una condición de dolor crónico más grave que genera dolor en todo el cuerpo y puede paralizar efectivamente a una persona.





¿Por qué probar la atención quiropráctica para el síndrome de dolor miofascial?

Vivir con dolor crónico es una de las cosas más difíciles. Hay días en que te despiertas sintiéndote cansado e incapaz de hacer nada. O el dolor puede golpearte en cualquier momento, como cuando estás trabajando o disfrutando de un hobby.



Desafortunadamente, la medicina occidental tiene solo tres tipos de tratamientos disponibles para las personas con síndrome de dolor miofascial: analgésicos, sedantes y antidepresivos. Todos estos medicamentos conllevan el riesgo de desarrollar una adicción o pueden causar efectos secundarios desagradables después de su uso a largo plazo.



La atención quiropráctica para el síndrome de dolor miofascial se basa en técnicas seguras y no invasivas para ayudarte a encontrar alivio del dolor.





¿Es efectiva la atención quiropráctica para el síndrome de dolor miofascial?

Los quiroprácticos entienden cómo funciona el cuerpo humano. Saben que los músculos pueden volverse tensos o sensibles debido a traumatismos no tratados, uso excesivo, mala postura o diversas desalineaciones en el cuerpo.



De esta manera, la atención quiropráctica para el síndrome de dolor miofascial incluye técnicas que tienen el papel de:

• Relajar los músculos • Mejorar el flujo sanguíneo

• Reducir la inflamación



• Romper el tejido cicatricial.



El quiropráctico utilizará diversas técnicas de masaje, ajustes, estimulación muscular eléctrica o aplicaciones de calor para lograr estos resultados y ayudar a MPS a experimentar el alivio del dolor de una manera no invasiva y sustentable.





Una solución a largo plazo para el manejo del dolor crónico

La quiropráctica no crea adicción ni efectos secundarios. Puedes ver al quiropráctico cada año por algunas sesiones para restaurar tus articulaciones desalineadas y fortalecer los músculos. Además, la atención quiropráctica para el síndrome de dolor miofascial incluye fisioterapia y consejos que cambian la vida que te ayudarán a prevenir futuras lesiones.



Un quiropráctico puede ayudarte a mejorar tu postura, encontrar deportes y pasatiempos al aire libre que disfrutes haciendo y mostrarte formas en las que puedes realizar de manera segura actividades físicas repetitivas.



La atención quiropráctica para el síndrome de dolor miofascial ha ayudado a muchas personas a disfrutar de una mayor calidad de vida al encontrar alivio del dolor de una manera natural y no invasiva. ¡Te animamos a encontrar un quiropráctico cerca de ti en nuestro directorio en línea y reservar una cita de evaluación!

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